domingo, 6 de julio de 2014

Huequitos

Son como unos huequitos. Algunos más chiquitos que otros pero por cualquiera pasa el aire de un lado al otro. Están en el estómago, el pecho y la garganta. Suelen cambiar de tamaño y a veces, en algunas épocas del año, tienden a cerrarse. Es ahí cuando la cosa se pone más interesante porque cuando vuelven a abrirse y pasa nuevamente el aire, lo sientes más que antes. Uno puede vivir con ellos, olvidar que existen, intentar cerrarlos ó llenarlos. Lo más fácil es llenarlos; a veces con palabras, a veces con cosas, a veces con personas. Uno se siente mejor cuando están llenos pero cuando vuelven a vaciarse, de pronto el huequito se ha vuelto más grande. A veces es mejor dejarlos vacíos aunque no sea bonito andar por la calle con huequitos por donde pasa el aire; uno siente frío, se siente vacío, como si algo le faltara. No es para menos con tres huecos. 


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