viernes, 3 de octubre de 2014

La canción del corazón



Con su andar torpe y erguido 
se acerca el pingüino Guido.
Luce bastante elegante,
su plumaje está radiante.
Viste un hermoso chaqué
pero le duelen los pies…

“¿Es un ave ó es un pez?” 
Preguntan todos a la vez 
“Con alas puede viajar…
¿Por qué tanto caminar?
¡Qué pájaro para bobo!”
Riéndose, critica el lobo.

Guido sigue caminando 
y en sus pasos tropezando
“¡Parece estar borrachito!”
Rumorean los bichitos.
¡Ay, no saben los vecinos
que así camina el pingüino!

A Guido poco le importa 
y amable se comporta.
Anda bastante coqueto,
¿Acaso tiene un secreto?
Sonriente y decidido 
Anda en un mismo sentido. 

A lo lejos se oye un canto 
y Guido acelera el paso.
No comprende los latidos
que le causa ese sonido
pero tiene una sonrisa
y se desliza con prisa.

Cuando el canto se oye cerca
Guido frena y él apuesta 
que esa voz que está escuchando
la hallará también cantando,
entonces canta su canción 
mientras baila con sazón. 

Se le mueven las caderas,
Sus latidos se aceleran 
y el solo ritmo de su voz
de pronto se convierte en dos
pues detrás de una gran osa
canta una pingüina hermosa.

Con el ritmo van bailando,
sus cabezas inclinando. 
Muy feliz se encuentra Guido;
Su pingüina ha conseguido 
persiguiendo con intuición 
La canción del corazón.

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